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lunes, 13 de abril de 2020

5 Razones por las que estoy en contra de los métodos antigramática

Hola a todos los asistentes:

Hoy os traigo algo que muchos pueden calificar como polémico hoy en día, dado que últimamente muchos expertos, como profesores, lingüistas y pedagogos recomiendan exactamente lo contrario de lo que vais a oír aquí.

A lo largo de mi carrera profesional, pero especialmente en el último lustro, son muchos que plantean métodos de enseñanza de idiomas en los que no se estudia gramática; y de hecho lo venden como si de un descubrimiento o un gran éxito se tratara. Craso error, amigos.

Desde mi punto de vista estos profesionales confunden el método con los objetivos. Y ahora veréis por qué.

1. APRENDER A HABLAR NO SIGNIFICA CONOCER UN IDIOMA

Sé que os puede resultar chocante como hablantes nativos de español, pero fijaos: aunque todos hemos aprendido a hablar desde bebés y somos hablantes nativos, algo que nadie puede negar, no todos dominan su propio idioma. Existen muchas personas normales y corrientes que no alcanzan un nivel superior ni en el empleo del vocabulario ni en el de algo tan básico como los tiempos verbales. Por ejemplo, si a muchos de vuestros vecinos les preguntarais qué significa “ciscar”, “retozar”, “rodela” o “adarga” no sabrían de lo que estáis hablando.

¿Alguien se atrevería, sin embargo, a decir que no hablan español?

2. SABER CÓMO DIGO LAS COSAS

A nadie se le escapa que existe una enorme diferencia entre decir cosas y saber decirlas. Un hablante plenamente competente no sólo elabora oraciones gramaticalmente correctas, sino que sabe que son correctas y por qué. Además, ser conscientes de los mecanismos gramaticales que articulan un idioma os permite ir más allá de los niveles más básicos: crear textos más complejos y ser capaces de autocorregiros o de solventar dudas de carácter lingüístico cuando se os presenten.

3. ERRORES

En no pocas ocasiones es recomendable, también contra la opinión de muchos expertos y profesionales actuales, recurrir a vuestra lengua materna como primer paso antes de expresaros en un idioma extranjero. Por ejemplo, aquellos alumnos de niveles más bajos como A1, A2 o B1, necesitan todavía pararse unos segundos y pensar en lo que quieren decir. Un conocimiento gramatical profundo os ayuda a formar oraciones correctas en vuestro propio idioma, primero, y a formularlas bien en la lengua meta. Con todo, siempre existen excepciones a los usos gramaticales, por lo que conocerlos os evitará errores tan comunes entre los hispanohablantes como usar el pasado continuo inglés (I was watching TV) como un pretérito perfecto simple continuo (Estuve viendo). Nada que ver. O el presente perfecto inglés (hoy he desayunado) en lugar del presente continuo (estoy desayunando) para acciones contrapuestas al hábito.

4. OS VENDEN SIMPLEZA, NO UN MÉTODO

La razón por la que muchos compran este tipo de métodos y discursos es porque no tienen ni las ganas ni el tiempo de sentarse a estudiar. Pretenden que el conocimiento les llegue por ciencia difusa o provisión divina. Aprender requiere esfuerzo, práctica y tiempo. Existen muchos métodos con los que aprender inglés mediante la práctica tanto oral como escrita. Yo mismo soy un gran fan de los mismos, pero requieren de un conocimiento gramatical previo. Todo lo demás no es más que humo para simples.

5. NO SON CLASES DE UN IDIOMA, SON CLASES DE CONVERSACIÓN

Al final, por lo único por lo que esa gente está pagando es por un producto muy específico vendido como uno general. En tanto en cuanto se le está vendiendo un producto pero se le hace pagar por otro, esa gente está si no siendo estafada, algo muy parecido. Es lo mismo que si alguien compra unas clases preparatorias para un examen concreto y le dan clases genéricas, o si alguien compra clases de conversación pero lo ponen a escribir cartas.

No os dejéis llevar por la ley del mínimo esfuerzo. Aprended de verdad. Buscad siempre un aprendizaje lo más completo posible. 

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