Hola a todos los asistentes:
Hoy quiero dirigirme a un grupo de alumnos a los que normalmente tengo olvidados en este blog, más dedicado a las lenguas modernas que a las antiguas: mis alumnos de latín. A todos, los pasados, los presentes y los futuros.
Sin embargo, esta entrada no pretende desentrañarles el apasionantemente aburrido mundo de la gramática ni el asombroso mundo del vocabulario y su etimología, sino algo muy diferente. Quiero que vean y oigan el latín empleado en un contexto moderno. Y no, no os traigo un discurso del Papa en dicha lengua, sino una película interpretada enteramente (excepción hecha de las intervenciones de los bárbaros germánicos) en la lengua de Ovidio y César, de Séneca y de Cicerón, de Marco Antonio, Catilina y Bruto.
La película tiene más valor, si cabe, en tanto que ha sido rodada íntegramente, según afirma el equipo de rodaje, con financiación privada de los propios alumnos del centro polaco del que nace este magnífico proyecto. Muestra inequívoca de que para hacer cultura de calidad no es necesario un reguero de subvenciones públicas como muchos pretenden hacer creer.
Sin más dilación, os dejo con la película. ¡Que la disfrutéis!
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